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5 avances de oncología para entusiasmarse en 2022

Los inmensos aportes a nuestro conocimiento sobre la biología humana en los niveles molecular y genético han abierto la puerta a una posible “época de oro" para el tratamiento oncológico —en la que cada tumor tiene una firma única y donde se preparan terapias personalizadas para cada paciente usando fármacos enfocados a marcadores específicos en las células cancerosas o que incluso reeducan el sistema inmunitario del organismo—. Aquí destacamos cinco innovaciones que prometen cambiar radicalmente el paradigma del tratamiento oncológico en los próximos años, desde inmunoterapias dirigidas o la diversificación de ensayos clínicos hasta lo último en tecnología de radiación.

Pruebas genéticas – Un cambio radical

"En este momento hay cientos de miles de personas con un alto riesgo de desarrollar cáncer que aún no lo saben. Decenas de miles que se podrían beneficiar de las terapias dirigidas, pero no las recibirán", dice Stacy Gray, M.D., la nueva directora de la Clínica Genómica Oncológica de City of Hope, una división que se concentra en identificar personas y familias con un riesgo elevado de desarrollar cáncer y las ayuda a manejar o incluso a eliminar ese riesgo.
 
¿El motivo?
 
Las pruebas genéticas. O, más precisamente, la falta de pruebas genéticas. Pero eso está cambiando y podría alterar drásticamente la atención oncológica en los próximos años.
 
Stacy Gray
Stacy Gray, M.D.
Desde 2003, cuando los científicos lograron mapear exitosamente el genoma humano, las terapias personalizadas basadas en la información genética de un paciente se han convertido en el santo grial del tratamiento oncológico. Donde en un momento los médicos dependieron de la quimioterapia, la cirugía y la radiación, ahora es posible analizar el ADN del tumor de una persona y usar terapias diseñadas para dirigirlas a las mutaciones específicas encontradas. Además, al analizar el ADN individual de una persona, los médicos pueden identificar mutaciones que ponen a esa persona en alto riesgo de desarrollar determinados tipos de cáncer. Entonces la persona puede asignarse a protocolos de detección y tratamiento orientados a la prevención.
 
Casi todos los días los investigadores descubren más mutaciones que podrían indicar un cáncer en el futuro y, en muchos de esos casos, se puede hacer algo al respecto ahora. "Hay una explosión de demanda", dice Gray, mientras que los datos se vuelven más complejos: "Estamos viendo muchos más pacientes con mutaciones que no se adecuan de modo clásico a los modelos actuales", explica. "Debemos descifrar esto".
 
Gray entiende que los desafíos son enormes. Está en juego nada menos que la atención oncológica futura. "Creemos firmemente que este es el futuro de la oncología" afirmó.

Inmunoterapias dirigidas

Los oncólogos tienen otra flecha nueva en el carcaj de la lucha contra el cáncer. Ahora pueden buscar anomalías genéticas o proteicas en el tumor de un paciente, y corresponderlas con inmunoterapias dirigidas específicamente a ellas.
 
Las inmunoterapias aprovechan el poder del sistema inmunitario para atacar las células cancerosas. Es posible que algunos de ustedes hayan escuchado sobre la terapia de células CAR T, los inhibidores de puntos de control inmunitario, los anticuerpos monoclonales, las vacunas de tratamiento y los moduladores del sistema inmunitario. Las inmunoterapias dirigidas están demostrando ser una gran promesa para muchos tipos de cánceres.
 
La terapia con células CAR T —el proceso de rediseñar las células inmunitarias del propio paciente para que ataquen el cáncer— es un verdadero avance en inmunoterapia. Esta terapia ya recibió la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos para tratar cánceres de la sangre y supone una enorme promesa para el tratamiento de tumores sólidos. City of Hope tiene uno de los programas de células CAR T más completos del mundo, con casi 50 ensayos clínicos que se están realizando en este momento o que abrirán pronto para tratar tanto cánceres de la sangre y del sistema inmunitario como tumores sólidos. Más de 600 pacientes han recibido terapia de células CAR T en City of Hope.
 
Se diseñó un fármaco innovador llamado pembrolizumab (Keytruda), un inhibidor de puntos de control inmunitario, para detener la acción de una proteína llamada PD-L1 que bloquea el sistema inmunitario con el fin de que las células inmunitarias puedan destruir el cáncer. La concentración de la proteína PD-L1 en las células cancerosas puede ser superior al 90 %, lo que la convierte en una proteína excelente hacia la cual dirigir el tratamiento. El fármaco se ha usado con éxito para tratar melanoma y otros cánceres de la piel, así como en cáncer de mama, pulmón, endometrio, riñón, esófago y muchos otros tipos de cáncer, llevando enfermedades avanzadas e incluso mortales al estado de remisión.

Encontrar y tratar el cáncer al mismo tiempo

City of Hope ha tratado a sus primeros pacientes usando un novedoso dispositivo de radiación que algún día podría lograr el elusivo objetivo de proporcionar radiación que destruya múltiples tumores en “tiempo real”. Esto sería un revolucionario paso adelante para las personas con cánceres avanzados que antes no hubieran sido considerados para una terapia de este tipo.
 
Doctor Terence Williams Headshot
Terence Williams, M.D., Ph.D.
El dispositivo, denominado RefleXion X1, ofrece una mayor capacidad de dar forma a los haces menores para dirigirlos hacia los  tumores, tomando en cuenta el movimiento del cuerpo y de los órganos, lo que puede facilitar a los médicos a dar forma a las dosis y exposiciones de radiación de maneras que limiten el daño al tejido circundante. También puede detectar tumores en cualquier lugar del cuerpo durante la misma sesión en la que se administra el tratamiento. 
 
Dos pacientes, cada uno con cáncer metastásico avanzado, comenzaron su tratamiento a principios de agosto de 2021. Uno de los pacientes no era candidato para la cirugía y en el caso del otro paciente, la cirugía no era suficiente. Ambos están bien luego de la nueva radioterapia.
 
El potencial terapéutico pleno del dispositivo aún debe ser explorado por completo. Se esperan los resultados de varios pequeños ensayos para obtener la aprobación total de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). Esa decisión podría llegar  a principios de 2022.

“Si funciona bien, estamos hablando de un cambio de paradigma en cuanto a lo que consideramos curable en el entorno metastásico”, dijo Terence Williams, M.D., Ph.D., director del Departamento de Radiooncología.

Mayor diversidad en los ensayos clínicos

Las personas de razas, etnias, edades y orientaciones sexuales diferentes tienen una variedad de factores y vulnerabilidades físicas, genéticas y ambientales que entran en juego con las enfermedades. Por ejemplo, un medicamento podría afectar de forma diferente a pacientes de distintas razas o incluso edades. Si esto no se investiga y se prueba durante los ensayos clínicos, se podría estar perdiendo información crucial.
 
Los científicos de City of Hope se encauzan en cambiar eso. "Nuestros científicos clínicos y de investigación están realizando estudios para indagar disparidades de salud en comunidades diversas y nos ayudan a encontrar las mejores formas de abordar los problemas complejos de salud, incluida la diversidad en los ensayos clínicos", dice Angela L. Talton, vicepresidenta sénior y jefa de Diversidad, Equidad e Inclusión en City of Hope.
 
Kimlin Ashing, PhD
Kimlin Ashing, Ph.D.
Los científicos de City of Hope están estudiando de qué modo las poblaciones diversas tienen factores de riesgo diferentes y son afectadas de modo distinto por los cánceres de próstata, pulmón, piel, mama, colon y otros, así como también por otras enfermedades. La eficacia de un tratamiento a menudo se relaciona con los factores genéticos; sin embargo, los pacientes inscritos en la mayoría de los ensayos clínicos son principalmente de raza blanca. Por tanto, City of Hope reúne estratégicamente personas de muchas razas para los estudios a fin de lograr avances en la medicina de precisión al explorar las posibles diferencias raciales y étnicas en la eficacia y los resultados del tratamiento debidos a la variación genómica.
 
Kimlin Ashing, Ph.D., profesora en la División de Equidad en Salud, dijo que es optimista con respecto a que City of Hope asuma un importante liderazgo para que los ensayos clínicos sean más inclusivos.
 
"City of Hope ha reclutado científicos con un interés específico en la diversidad en los ensayos clínicos en sus propias investigaciones y obtuvo financiación para realizar investigaciones sobre equidad en salud, y estamos mejor equipados para aprovechar el enorme cúmulo de conocimiento que tenemos aquí", afirmó. "Estamos cambiando el paradigma de cómo se realizan los estudios clínicos".

La promesa de PIPAC

City of Hope trató a su primer paciente con un nuevo sistema de suministro de quimioterapia llamado PIPAC, que es la abreviatura en inglés de quimioterapia intraperitoneal con aerosol presurizado. El ensayo clínico PIPAC en City of Hope —el primero en los Estados Unidos— es liderado por la investigadora en jefe, Thanh Dellinger, M.D., cirujana oncoginecológica.
 
La paciente con cáncer de ovario avanzado ya había agotado varias formas de tratamiento antes de inscribirse en el ensayo de Dellinger. Está obteniendo excelentes resultados con muchos menos efectos secundarios que con la quimioterapia tradicional.
 
Thanh H Dellinger
Thanh Dellinger, M.D.
La paciente presentaba varias zonas de metástasis en la zona abdominal. Este tipo de tumores tienden a ser nódulos extremadamente pequeños que pueden proliferar hasta tal punto que la cirugía se vuelve imposible. Y la quimioterapia intravenosa ha demostrado ser una alternativa deficiente. PIPAC administra la quimioterapia directamente en el abdomen para que efectivamente toque estas metástasis de superficie.
 
El tratamiento mínimamente invasivo emplea una técnica estándar que se usa en la laparoscopía de diagnóstico en la que se introduce dióxido de carbono gaseoso directamente en el abdomen, creando una presión que eleva la pared abdominal y crea espacios alrededor de los órganos. PIPAC emplea una pluma de nebulización conectada a un inyector de alta presión para impulsar una forma de quimioterapia en aerosol profunda en los espacios intersticiales abdominales. Los órganos se bañan en este rocío durante media hora, y luego las gotitas se aspiran hacia afuera.
 
El procedimiento toma alrededor de 90 minutos, seguido por una estadía de una noche en el hospital. Los pacientes se someterán al procedimiento cada seis semanas por un máximo de seis ciclos. PIPAC produce efectos secundarios mínimos porque utiliza solo del 10 % al 20 % de la dosis típica de quimioterapia.
 
El ensayo de fase I inscribió originalmente a 16 pacientes. Sin embargo, los resultados han sido tan prometedores que se ampliará a 22. El ensayo está abierto para pacientes con carcinomatosis peritoneal que no hayan tenido éxito en al menos un ciclo de tratamiento de quimioterapia estándar.
 
Pronto se abrirá otra rama del ensayo para cáncer colorrectal que se haya propagado al peritoneo. El investigador principal es cirujano oncólogo de City of Hope Mustafa Raoof, M.D.