Las cifras suenan impactantes cuando Stacy Gray, M.D., las menciona:
"En este momento hay cientos de miles de personas con un alto riesgo de desarrollar cáncer que aún no lo saben. Decenas de miles que podrían beneficiarse de las terapias dirigidas, pero que no las recibirán".
¿El motivo?
Las pruebas genéticas. O, más precisamente, la falta de pruebas genéticas.
Desde 2003, cuando los científicos lograron mapear exitosamente el genoma humano, las terapias personalizadas basadas en la información genética de un paciente se han convertido en el santo grial del tratamiento oncológico. Donde en un momento los médicos dependieron de la quimioterapia, la cirugía y la radiación, ahora es posible analizar el ADN del tumor de una persona y usar terapias diseñadas para atacar las mutaciones específicas que se encuentran. Además, al analizar el ADN individual de una persona, los médicos pueden identificar mutaciones que ponen a esa persona en alto riesgo de desarrollar determinados tipos de cáncer. Entonces la persona puede asignarse a protocolos de detección y tratamiento que apuntan a la prevención.
Gran parte de este esfuerzo depende de la detección de mutaciones y anomalías genéticas en los pacientes y sus familias. City of Hope es pionero en esto, con el objetivo de realizar pruebas a todos los pacientes nuevos, que fueron más de 4,000 el año pasado. "Aspiramos a ofrecer un acceso universal a la secuenciación de pacientes y sus tumores, aquí en Duarte y en toda nuestra empresa", dijo Stephen Gruber, M.D., director del Center for Precision Medicine de City of Hope.
Lamentablemente, muy pocos hospitales e instituciones más pequeñas pueden igualar eso. Con mucha frecuencia, las pruebas no están disponibles o son costosas, los pacientes no conocen sus opciones de prueba y sus médicos carecen de la capacitación para realizar pruebas de ADN y, lo que es más importante, comprender adecuadamente los resultados. Como consecuencia, "solo la mitad de las personas que podrían beneficiarse se someten a la prueba", dijo Gray.
Esas "brechas de conocimiento" obsesionan a Gray. Ella habla con la intensidad de alguien motivado por comprender por qué existen esas brechas y barreras y en encontrar la forma de solucionarlas. Y ahora tiene la plataforma para conseguirlo.
Gray es la nueva directora de Genómica Oncológica Clínica de City of Hope, una división que se concentra en "identificar personas y familias con un riesgo elevado de desarrollar cáncer para ayudarlas a manejar o incluso a eliminar ese riesgo", explicó. El trabajo se siente como una "progresión natural" para Gray, quien se unió a City of Hope en 2016 para concentrarse en la investigación social y del comportamiento, la ciencia de la población y la medicina de precisión, en las que "utilizamos la información genética para crear un plan terapéutico preciso para el paciente."
Esas "brechas de conocimiento" obsesionan a Gray. Ella habla con la intensidad de alguien motivado por comprender por qué existen esas brechas y barreras y en encontrar la forma de solucionarlas. Y ahora tiene la plataforma para conseguirlo.
Gray es la nueva directora de Genómica Oncológica Clínica de City of Hope, una división que se concentra en "identificar personas y familias con un riesgo elevado de desarrollar cáncer para ayudarlas a manejar o incluso a eliminar ese riesgo", explicó. El trabajo se siente como una "progresión natural" para Gray, quien se unió a City of Hope en 2016 para concentrarse en la investigación social y del comportamiento, la ciencia de la población y la medicina de precisión, en las que "utilizamos la información genética para crear un plan terapéutico preciso para el paciente."
Decidida a lograr una diferencia
Sin embargo, mucho antes de City of Hope, Gray ya pensaba en nuevas y mejores formas de lograr una diferencia.
Mientras crecía en las afueras de Minneapolis, Minnesota, Gray descubrió el amor por la biología y un fuerte deseo de ayudar a las personas. En la universidad, comenzó a darse cuenta de que una carrera en medicina cumpliría esos objetivos, una convicción que se hizo más fuerte por una pérdida personal, cuando la madre de Gray sucumbió al cáncer.
El siguiente punto de inflexión se produjo en la facultad de medicina. Un proyecto de investigación convenció a Gray de que, si bien ayudar a las personas una por una era admirable, estaba realmente "empeñada" en ayudar a poblaciones enteras. Encontró el medio para hacerlo en una beca con "una mentora impresionante", Olufunmilayo I. Olopade, M.D., directora del Center for Clinical Cancer Genetics and Global Health de la University of Chicago. "La Dra. Olopade es pionera en el campo", dijo Gray. "Ella despertó mi interés por la genética".
Canalizar ese interés hacia un rol de liderazgo de alto perfil en City of Hope es algo que Gray no buscó activamente ("Ya tenía mucho trabajo", dijo). Pero, al ver la necesidad de ampliar el departamento y cerrar esas brechas de conocimiento, Gray se sintió lista para asumir el cargo y sus colegas están felices de que lo haya hecho.
Mientras crecía en las afueras de Minneapolis, Minnesota, Gray descubrió el amor por la biología y un fuerte deseo de ayudar a las personas. En la universidad, comenzó a darse cuenta de que una carrera en medicina cumpliría esos objetivos, una convicción que se hizo más fuerte por una pérdida personal, cuando la madre de Gray sucumbió al cáncer.
El siguiente punto de inflexión se produjo en la facultad de medicina. Un proyecto de investigación convenció a Gray de que, si bien ayudar a las personas una por una era admirable, estaba realmente "empeñada" en ayudar a poblaciones enteras. Encontró el medio para hacerlo en una beca con "una mentora impresionante", Olufunmilayo I. Olopade, M.D., directora del Center for Clinical Cancer Genetics and Global Health de la University of Chicago. "La Dra. Olopade es pionera en el campo", dijo Gray. "Ella despertó mi interés por la genética".
Canalizar ese interés hacia un rol de liderazgo de alto perfil en City of Hope es algo que Gray no buscó activamente ("Ya tenía mucho trabajo", dijo). Pero, al ver la necesidad de ampliar el departamento y cerrar esas brechas de conocimiento, Gray se sintió lista para asumir el cargo y sus colegas están felices de que lo haya hecho.
"Ella tiene todo lo necesario", dijo Kathleen R. Blazer, Ed.D., M.S., acerca de su nueva jefa. Blazer supervisa el programa de educación en genómica, capacitando a médicos y otros profesionales de la salud. Ella califica a Gray de "líder y defensora compasiva" que escucha con atención, ve las necesidades de su equipo y quiere ser una fuerza de cambio positiva. "Nunca se dedica a lo que a ella le interesa", agregó Blazer. "Siempre se dedica a la misión".
Gray sonríe cuando escucha esa descripción y al instante la valida. "Este trabajo es una oportunidad fabulosa para ser mentora", dijo. "Quiero descubrir cómo capacitar a nuestra gente para que sobresalga y prospere en las áreas que les interesan."
Después de un año en el trabajo como directora interina, Gray espera aportar crecimiento a las tres áreas de su competencia. Entre ellas se encuentran:
Gray sonríe cuando escucha esa descripción y al instante la valida. "Este trabajo es una oportunidad fabulosa para ser mentora", dijo. "Quiero descubrir cómo capacitar a nuestra gente para que sobresalga y prospere en las áreas que les interesan."
Después de un año en el trabajo como directora interina, Gray espera aportar crecimiento a las tres áreas de su competencia. Entre ellas se encuentran:
1. Atención clínica: Gray quiere cambiar el modelo de atención global para llevar las pruebas genéticas a más pacientes en más lugares y hacerlas más rutinarias. En este momento, la mayoría de las instituciones no incorporan información genética en las historias clínicas electrónicas de los pacientes. Mientras tanto, casi todos los días, los investigadores descubren más mutaciones que podrían indicar un cáncer en el futuro y, en muchos de esos casos, se puede hacer algo al respecto ahora. Los pacientes necesitan saberlo. "El acceso a la información es un factor muy importante", dijo. Gray pretende "aprovechar las herramientas de comunicación para mejorar la prestación de atención".
2. Educación de los médicos: Los médicos, especialmente aquellos que no tienen acceso a centros integrales de cáncer, necesitan herramientas sólidas para aprender las complejidades de las pruebas genéticas para sus pacientes. También necesitan un marco de referencia para mantenerse al día con la base de conocimientos en constante avance. "Hay una gran necesidad que sigue creciendo", dijo Gray, y aquí elogia al equipo de educación de Blazer, que hasta la fecha ha capacitado a más de 1,000 exalumnos y ha sido pionero en "un programa reconocido internacionalmente de pequeños módulos educativos escalables" y un sistema de apoyo para los profesionales de la salud de todo el mundo.
3. Investigación científica: Los datos son cada vez más complejos: "Estamos viendo muchos más pacientes con mutaciones que no se adecúan de un modo clásico a los modelos actuales", explicó. "Debemos descifrar esto". También cuenta con colegas como el oncólogo Kevin McDonnell para ayudar a integrar las grandes cantidades de datos generados por los comités de tumores, así como también las pruebas. Al mismo tiempo, Gray mantiene una cartera de investigación personal centrada en "herramientas para ayudar a pacientes y proveedores".
Gray entiende que los desafíos son enormes. Está en juego nada menos que la atención oncológica futura. "Creemos firmemente que este es el futuro de la oncología" afirmó.
2. Educación de los médicos: Los médicos, especialmente aquellos que no tienen acceso a centros integrales de cáncer, necesitan herramientas sólidas para aprender las complejidades de las pruebas genéticas para sus pacientes. También necesitan un marco de referencia para mantenerse al día con la base de conocimientos en constante avance. "Hay una gran necesidad que sigue creciendo", dijo Gray, y aquí elogia al equipo de educación de Blazer, que hasta la fecha ha capacitado a más de 1,000 exalumnos y ha sido pionero en "un programa reconocido internacionalmente de pequeños módulos educativos escalables" y un sistema de apoyo para los profesionales de la salud de todo el mundo.
3. Investigación científica: Los datos son cada vez más complejos: "Estamos viendo muchos más pacientes con mutaciones que no se adecúan de un modo clásico a los modelos actuales", explicó. "Debemos descifrar esto". También cuenta con colegas como el oncólogo Kevin McDonnell para ayudar a integrar las grandes cantidades de datos generados por los comités de tumores, así como también las pruebas. Al mismo tiempo, Gray mantiene una cartera de investigación personal centrada en "herramientas para ayudar a pacientes y proveedores".
Gray entiende que los desafíos son enormes. Está en juego nada menos que la atención oncológica futura. "Creemos firmemente que este es el futuro de la oncología" afirmó.