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En busca de esperanza al otro lado del Pacífico

Al tener un acceso limitado a los tratamientos más recientes en su país natal, Filipinas, Michael Tan buscó tratamiento en City of Hope.

Michael Tan es un ávido ciclista en su ciudad natal, Manila, Filipinas. Los caminos montañosos y verdes del campo siempre le permitieron relajarse y tomar un respiro después de un día ocupado como promotor inmobiliario comercial y residencial. Cuando la actividad comercial disminuyó drásticamente debido a la pandemia del COVID-19, Tan comenzó a pasar más tiempo en su bicicleta, pedaleando hasta siete horas por día.

mike on bike
Mike Tan andando en bicicleta en Filipinas, su país natal.

Hinchazón en las piernas

Fue después de uno de esos largos recorridos en bicicleta que Tan notó algo de hinchazón en el músculo de la pantorrilla izquierda, que no es raro después de pedalear durante horas. Pero, con el tiempo, la hinchazón no desapareció, sino que aumentó y se extendió hacia arriba. Cuando presentó hinchazón en la otra pierna, comenzó a preocuparle que no fuera hinchazón de rutina por andar en bicicleta.

“Decidí hacerme un análisis de sangre para averiguar lo que ocurría realmente”, dijo. Los resultados mostraron un conteo muy elevado de glóbulos blancos inmaduros, o linfoblastos, lo que no es normal en la sangre saludable y es un indicador de cáncer en la sangre. Su médico en Manila lo internó de inmediato. Las pruebas posteriores confirmaron un diagnóstico de leucemia linfoblástica aguda, o ALL por sus siglas en inglés.

Leucemia linfoblástica aguda

Es el cáncer infantil más común. Los resultados de la ALL han mejorado entre pacientes pediátricos, mayormente debido a un mejor tratamiento que surge de ensayos clínicos de avanzada. Los tratamientos entre adultos con ALL han tenido un éxito menor. La incidencia anual de ALL en adultos en todo el mundo es de aproximadamente 100,000 diagnósticos por año. De esa cifra, el 21 % son asiáticos y, de ellos, un 7.5 % son filipinos. El cáncer no afecta a todos los grupos étnicos de igual forma, ni los tratamientos producen en ellos los mismos resultados. Si bien la cantidad de diagnósticos de ALL y de otros tipos de cáncer sigue siendo menor entre los asiáticos en comparación con la población blanca, el cáncer se mantiene como la principal causa de muerte entre las poblaciones asiáticas.

Tan comenzó su tratamiento en enero de 2021, un protocolo modificado que es un tratamiento inicial estándar para la ALL. Sin embargo, después de dos meses, le aconsejaron buscar alternativas.

“No estaba respondiendo bien a ese tratamiento”, comentó. “Comenzamos a considerar otras opciones de tratamiento disponibles en otros países, en otros continentes”, agregó. “Buscamos en otras partes de Asia, en Australia y en Estados Unidos”. Tan y su esposa, Kit, también indagaron sobre medicamentos recomendados para el tratamiento de la ALL; algunos de los más eficaces aún no estaban aprobados para su uso en Filipinas y, por lo tanto, no estaban disponibles.

Viajar en tiempos de COVID-19

“Debido a la pandemia, primero pensamos en viajar a nivel regional, tal vez a Taiwán”, dijo Kit. “Pero Taiwán estaba en confinamiento por el COVID-19 y para nuestro viaje a Singapur debíamos esperar por la aprobación del Ministerio de Salud. Cambiamos a un protocolo de hipertratamiento, pero en realidad eso solo nos permitía ganar tiempo al reducir los linfoblastos. No nos daba los resultados drásticos que queríamos”.

En abril de 2021, cuando nos encontrábamos en aislamiento por el COVID-19 mientras la segunda ola de la variante ómicron se extendía por Filipinas, Kit contrajo coronavirus y comenzó a investigar en línea. Se comunicó con 50 hospitales de distintas partes del mundo, incluidos tres en Estados Unidos, desesperada por ayudar a su esposo a encontrar un tratamiento. Muchos de los que contactó no respondieron; otros se negaron a considerar su caso porque no estaban seguros de poder tratarlo con éxito.

Cuando Kit se comunicó con un familiar que vivía en California, este le dijo que City of Hope debía ser su primera y única opción. Como son residentes filipinos, los Tan descubrieron el Centro de Medicina Internacional (Center for International Medicine, CIM) de City of Hope en línea y comenzaron la conversación.

“Viajar al extranjero a un lugar extraño para recibir un tratamiento desconocido y obtener un resultado desconocido puede ser aterrador”, dijo Roxanna Man, R.N., B.S.N., M.H.A., directora sénior de Servicios para Pacientes Internacionales del CIM. “Cuando los Tan se comunicaron con nosotros por primera vez, lógicamente estaban estresados y muy ansiosos porque sus opciones eran muy limitadas en Filipinas. Permanecimos en contacto con ellos a diario durante tres semanas seguidas para coordinar su visita a City of Hope y ayudarlos con los preparativos del viaje y programar su cita”.

“Nos vamos a City of Hope”

mike and kit
Mike y Kit Tan 

Como es administradora de atención médica y paramédica capacitada, Kit proporcionó los registros detallados y organizados del tratamiento de su esposo, desde que aparecieron los síntomas y se hizo el diagnóstico, hasta su protocolo actual. Envió más de 200 documentos, exploraciones y otra información médica generada desde el diagnóstico inicial de Tan al CIM, donde revisaron su caso y compartieron los documentos con los médicos de City of Hope para que pudieran considerar las posibles terapias y el pronóstico de Tan.

Kit estaba durmiendo la siesta en su hogar en Manila una tarde cuando sonó el teléfono. Era Michael Chu, M.B.A., supervisor de Servicios para Pacientes Internacionales del CIM. “Esperó a hacer la llamada hasta que supo que podría localizarme a las 2 de la tarde, aunque nuestro horario es de 15 horas más que California”, dijo ella. “Después de escuchar nuestra situación, el CIM hizo todos los arreglos para que viajáramos. Le dije a mi esposo: 'Nos vamos a City of Hope'”.

“Como equipo, para el CIM fue un gusto trabajar con Michael y Kit y darles una transición exitosa y tranquila a City of Hope para que él pudiera recibir el tratamiento que necesitaba en el momento en el que lo necesitaba”, dijo Chu. “Estamos felices de haber podido ayudarlos y valoramos que confiaran en nosotros y haber colaborado en este recorrido”.

Un paciente para  Anthony Stein, M.D.

Después de un vuelo de casi 14 horas, al llegar al campus Duarte de City of Hope, Tan se convertiría en paciente de Anthony Stein, M.D. Los Tan dijeron que su nivel de confianza y esperanza aumentó de inmediato después de llegar aquí y conocer a Stein.

“Supo instintivamente del diagnóstico y la mejor forma de tratarlo”, dijo Tan. “Se mostraba tranquilo y competente, y estaba seguro de que podría ayudar”.

“Michael vino con nosotros como un paciente con ALL refractaria y recidivante, pero cuando repetimos los estudios de citogenética y mutaciones, descubrimos que era positivo del cromosoma Filadelfia”, dijo Stein. “Eso significa que el diagnóstico de Michael en Filipinas era correcto como ALL, pero no se había confirmado que tuviera un resultado positivo del cromosoma Filadelfia (Ph+), lo que supone una diferencia importante en su tratamiento y respuesta”.

La ALL Ph+ explica aproximadamente un cuarto de los casos de ALL en adultos. Generalmente presenta una trayectoria clínica agresiva, mala respuesta a la quimioterapia estándar y conlleva un riesgo alto de recaída. Una vez que se identifica, los médicos pueden recetar un inhibidor de la tirosina-cinasa (tyrosine kinase, TK) para actuar sobre el cromosoma Filadelfia (Ph+) y anularlo.

“Una vez que agregamos el inhibidor de TK, el índice de respuesta de Michael a la quimioterapia regular fue mucho mejor”, dijo Stein.

mike radiation
Mike Tan con su certificado de finalización de radioterapia

Después de un ciclo de quimioterapia exitoso, Tan se encontró lo suficientemente fuerte para dar otro paso en su proceso de recuperación: un trasplante de células madre, su única opción para tener una terapia completamente curativa. Se estudió la compatibilidad de donantes dentro de su familia y se le hizo el trasplante el 13 de octubre. Al principio de este año, Tan se encontraba lo suficientemente saludable para volver a su hogar en Manila, donde el hijo y la hija adolescentes de la pareja esperaban volver a ver a sus padres después de estar separados durante meses. Por ahora, volverá a City of Hope cada tres meses para recibir medicamentos que eviten una recaída de la leucemia, así como infecciones micóticas, fármacos que no están disponibles en Filipinas en este momento.

Desde su trasplante, Tan conserva un buen estado de salud, sin evidencia de la enfermedad. Solo unos meses antes, los especialistas en vida infantil de City of Hope hicieron una llamada virtual con los hijos de Tan para informarles lo que su padre iba a pasar y las metas a esperar, y para abordar sus expectativas y responder sus preguntas.

Atención interdisciplinaria

Los Tan también se hicieron amigos de un antiguo paciente y su esposa, quienes se ofrecieron a compartir su historia con los pacientes nuevos para darles un relato de su tratamiento y experiencia en City of Hope de primera mano.

“Mi esposa y yo tuvimos mucha suerte de poder hablar con ellos”, dijo Tan. “Hacerlo nos dio confianza y una sensación de paz. Él hizo todo lo posible para garantizarnos que todo iba a salir bien, porque ‘ahora están en City of Hope’”.

Esa atención a los detalles y el enfoque interdisciplinario para su experiencia de atención fueron las cosas que generaron un impacto tan importante en los Tan.

“Cuando vinimos aquí, lo primero que nos encontramos fueron esas grandes letras de HOPE (esperanza) en el patio”, dijo Tan. “Esa fue nuestra primera selfi, en frente a esas grandes letras que de verdad nos dieron una esperanza real de que había venido al lugar correcto para obtener el tratamiento adecuado para mí”.

Un embajador internacional

A los Tan también los inspiró el credo que aparece en la puerta de Golter sobre preservar el alma al igual que el cuerpo. “Veía eso en todas las partes del campus a donde iba”, dijo Tan. “Con el Dr. Stein, con todos mis enfermeros, con mi enfermero profesional, con los guardacoches, con todo el mundo. El temor que tenía por lo que me ocurría se desvaneció un poco. En City of Hope me sentí como en casa. Eso realmente me ayudó con el tratamiento y la recuperación. El entorno y la cultura de City of Hope marcaron la diferencia”.

Después de su recuperación, Tan dijo que quería ser “embajador” de City of Hope entre las poblaciones y países asiáticos.

“Estoy muy agradecido con City of Hope y el Centro de Medicina Internacional por haberme aceptado”, dijo él. “Me gustaría compartir mi historia con otras personas a nivel internacional que puedan beneficiarse de lo que City of Hope puede hacer”.